martes, 6 de diciembre de 2011

Las Naciones Unidas condenan la agresión contra la activista Norma Andrade

El organismo llamó a acelerar la implementación de las bases de protección para defensores de los derechos humanos

(CNN) — La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México denunció la agresión de la activista que sobrevivió a varios disparos de un atacante desconocido en Ciudad Juárez.

Norma Andrade, de 51 años, copresidente de la organización Nuestras hijas de regreso a casa, recibió cinco disparos mientras salía de su hogar el viernes pasado. Nadie ha sido arrestado por la agresión.
Andrade se convirtió en activista después del homicidio de su hija en febrero de 2001.

“La señora Norma Andrade empezó a trabajar como una dedicada por los derechos humanos de las mujeres en particular, demandando justicia para las víctimas de feminicidios en el estado de Chihuahua”, asegura las Naciones Unidas en un comunicado publicado este lunes.

Andrade vive fuera de Juárez por razones de seguridad, de acuerdo con el documento.

“Desde julio de este año el presidente (Felipe Calderón) emitió un acuerdo estableciendo las bases para el mecanismo de protección a los defensores de los derechos humanos (…) cualquier retraso aumenta los riesgos diarios que enfrentan las víctimas y los defensores de los derechos humanos”, asegura el vocero de la ONU, Javier Hernández Valencia en el comunicado.

Andrade se había convertido en un blanco y estaba en “serio riesgo” después de que empezó a investigar los casos de tráfico de mujeres en Juárez, aseguró a CNN el inspector del estado de Chihuahua para la Comisión de Derechos Humanos, Gustavo de la Rosa Hickerson.

“El problema es muy serio, porque (su) hija, también una activista, huyó de Juárez en marzo de este año, cuando recibió amenazas (de muerte)”, detalló De la Rosa.

Las Naciones Unidas aseguran que desde 2008, al menos cuatro miembros de la organización Nuestras hijas de regreso a casa han tenido que tomar medidas de seguridad debido a amenazas.

“Una persona que es un activista necesita protección como los políticos”, afirmó De la Rosa, quien desde 2010 ha tenido una escolta federal protegiéndolo. El delegado de la ONU también vive parcialmente en El Paso, Texas, por razones de seguridad.

Andrade se unió a la lucha social del poeta Javier Sicilia, quien ha realizado varias marchas este año en demanda de justicia tras el asesinato de su hijo.

En años recientes, los activistas sociales en México han sido víctimas de persecuciones y homicidios. Algunos se han mudado a Estados Unidos en busca de protección.

En un caso reciente, el activista Nepomuceno Moreno fue asesinado en el estado de Sonora, al norte de México, el 29 de noviembre. Moreno, cuyo hijo —que continúa desaparecido— fue secuestrado en julio de 2010, había demandado públicamente justicia al presidente Calderón.